viernes, 11 de septiembre de 2015

EL ALMA ENSEÑA




Quizá se trate de entender que a veces las grandes enseñanzas vienen de adentro para afuera y no al revés.


Rabí Pinjas citaba a menudo las palabras: "El alma del hombre le enseñará" y las subrayaba agregando: "No existe hombre que no sea intensamente instruido por su alma". Uno de sus discípulos preguntó: "Si eso es así, ¿por qué los hombres no obedecen a su alma?" "El alma enseña constantemente", explicó Rabí Pinjas, "pero no se repite jamás".


Una de las herramientas más lindas para aprender es el silencio. Sin embargo pocas veces lo ejercemos, casi ni siquiera sabríamos cómo hacerlo. Estamos acostumbrados a aprender de las palabras, de textos, de películas o documentales, de clases teóricas o prácticas. Pero aprender del silencio implica aprender a escuchar qué pasa dentro de uno. La meditación, la oración o simplemente el dedicar a estar un tiempo concentrado en los propios deseos permite reajustar el proyecto propio que queremos desarrollar.




Faltan pocos días para Rosh Hashaná, a veces las personas suelen elevar la copa y decir “que este año sea…", o "que tengamos salud, amor, bienestar, etc, etc". Solemos decir en voz alta lo que queremos para nosotros. Como si alguien desde afuera podría proveerlo.



Una posición diferente es pensar cómo queremos construir este nuevo año, una oportunidad nueva en el tiempo, dedicar un tiempo a pensar no solo lo que queremos que nos suceda sino también quienes queremos ser en este nuevo año y qué vamos a hacer para lograr cumplir nuestros nuevos objetivos.



Escuchar el alma, es una tarea de aprendizaje profundo.

A diferencia de las palabras que se repiten una y otra vez el alma enseña cada cosa, sola una vez. Quizá se trate de entender que a veces las grandes enseñanzas vienen de adentro para afuera y no al revés.

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