sábado, 26 de septiembre de 2015

Decir "AMÉN"

Todo el que contesta Amén, se le abren las puertas del Gan Eden:


Dice la Guemará, que todo el que contesta Amén con todas sus fuerzas, se le abren las puertas del Gan Eden.
Dicen los Jajamim, que esto aplica incluso por el Amén de un niño pequeño o de un malvado del pueblo de Israel; ya que con la palabra Amén, Hashem abre su misericordia y manda abundancia al mundo.
Explicación del Amén:
Los Jajamim nos explican, que existen 3 explicaciones de la palabra Amén y estas son:
1. Verdad. Es verdad la Berajá que escuché y yo creo en ella. Esta intención, se deberá tener en las Berajot de alabanza, por ejemplo, en las Berajot de la comida (Sheakol, Mezonot, etc.), y en las tres primeras Berajot de la Amidá.
2. Que se cumpla. Le pedimos a Hashem que ojalá se cumpla la Berajá que escuchamos. Esta intención, se deberá tener en las Berajot que no comienzan con Baruj, por ejemplo, el Kadish, Birkat Cohanim, Yaalé Veyabó, etc.
3. Es verdad y que se cumpla: Le decimos a Hashem que esa Berajá es verdad, y le pedimos que se cumpla. Esta intención, se deberá tener en las Berajot de Birkat Hamazón y de la Amidá (menos las primeras 3).
Amén sin tener ninguna intención o concentración:
Todo el que contesta Amén sin ninguna intención o concentración, se considera como si no contestó Amén.
Decir Amén en voz alta:
Es necesario contestar Amén en voz alta.
Explican los Jajamim, que realmente debe ser en voz alta, pero no al grado que sea algo muy exagerado y pueda pasar que la gente se burle de él. Hay quien opina, que debe ser con toda su concentración y aparte en voz alta.
Todo el que alarga en decir Amén:
El decir la palabra Amén, deberá ser el mismo tiempo que dice: “El Melej Neeman”.
Todo el que alarga en decir Amén, se le alargarán sus días de su vida.
Vale la pena muchos años de sufrimiento, sólo por 1 Amén:
Rab Yehezkel Levinshtein solía decir en nombre del Saba MiKelem:
Vale la pena venir a este mundo y sufrir incluso por 70 años, sólo para contestar 1 vez Amén en toda la vida; ya que con 1 sola vez de contestar Amén, está cumpliendo con la finalidad en la vida, que es “Kidush Hashem”.
Segulá de protección por contestar Amén:
Escribió el Baal Harokeaj: La palabra Amén, suma en valor numérico 91, lo mismo que suma la palabra Malaj – ángel.
Cada vez que se contesta Amén, se crea un ángel, y este ángel lo protege en su vida.
No busques afuera; la mejor Segulá esta dentro:
Dijo el Jafetz Jaim:
Sobre la gente que busca Segulot y gastan mucho dinero en eso, deben saber que están malgastando su dinero; ya que existen Segulot verdaderas y comprobadas “sin costo”, que esas sí están escritas en los Jajamim y son completamente efectivas.
La Segulá que estamos hablando, es la de contestar Amén Yehe Shemé Rabá concentrado y con toda la fuerza.
 Cuando hay sufrimientos en el mundo, Hashem se fija en los que contestan Amén y ese Amén lo salva de cualquier sufrimiento que pueda pasar.
¿Qué es un Amén correcto, que con él se abren las puertas del Gan Eden?
Debemos saber, qué se considera un Amén correcto, que la Guemará dice que se abren las puertas del Gan Eden.
Hay 3 puntos fundamentales y estos son:
1. Escuchar la Berajá correspondiente y saber a que se está contestando Amén.
2. Contestar con toda la fuerza; es decir, con voz alta y estar concentrado.
3. Poner la intención correcta a cada Berajá (3 tipos de intenciones).
Enseñar a los hijos a decir las Berajot y contestar Amén:
Escribe el Ramá: Se deberá enseñar a los hijos a que contesten Amén, ya que inmediatamente que un niño contesta Amén, ya tiene parte en el mundo venidero.
Un padre y una madre que tuvieron el mérito que sus hijos contesten Amén, le estarán dejando un regalo muy grande, que con esta, le abrirán las puertas del cielo. 
Mucho me cuidé en siempre contestar Amén desde mi niñez y yo amo mucho esa Mitzvá, hasta que ya lo veo como algo natural dentro mí. Ya me acostumbré todos los días, de escuchar Birkat Hashajar de mucha gente. Y de mi comportamiento, aprenden muchos de los que me miran y ven lo querida que es esa Mitzvá para mí.

¡AMÉN!

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